Es la que le permitirá al LOCUTOR adquirir y desarrollar una voz audible y comprensible, para que ésta "fluya". El LOCUTOR logrará una correcta impostación, cuando tenga la sensación y la seguridad de que su voz está bien emitida, consiste en permitir un "interjuego libre" entre las estructuras fijas y móviles, durante el paso del tono fundamental, permitiéndose producir naturalmente sus efectos acústicos.
Se denomina así a la utilización máxima, técnica e inteligente de las cavidades de resonancia, mediante un sonido glótico libre, con presión neumática adecuada, con intensidad vocal variable, de acuerdo al ambiente y al auditorio.
Esto se consigue con una serie de ejercicios, apoyado siempre en lo ya practicado. Realizar la práctica de Impostación, es ejercitar todo lo anterior, agregando un elemento nuevo: la voz.
A manera de preparación, se debe realizar previamente, una práctica de vocalización áfona o muda, que como su nombre lo indica es ejercitación sin sonido. La vocalización muda o áfona constituye una ejercitación importantísima para los elementos formativos de la voz, con el valioso contenido de que son ejercicios indicados especialmente para llevar a la mente humana la conciencia del reposo laríngeo y del forzamiento del esfínter glótico, armas utilísimas para el buen uso de la voz en los profesionales de la misma y para evitar justamente la gran causa de las disfonías profesionales: el forzamiento.
La práctica áfona es fundamental para lograr un ataque vocal adecuado, que es
decir suave, sin golpes, sin esfuerzo.
PRÁCTICA DE IMPOSTACION
Ejercicio N° 1:
- Realiza una inspiración nasal, tranquila, silenciosa y profunda.
- Retén el aire unos segundos.
- Espira por la boca, con los labios y dientes apenas separados, en
un soplo suave y prolongado.
Importante
Recuerda lo ya practicado en la parte de respiración. El aire debes llevarlo a la zona costo
diafragmática; así lograrás entrar mayor cantidad, producirás una buena ventilación y
oxigenación y el soplo cumplirá la función de relajar el tracto vocal.
Ejercicio N° 2:
- Realiza una inspiración nasal, profunda y silenciosa.
- Retén el aire unos segundos.
- Espira por la boca, colocando todos los órganos articulatorios con la forma de la vocal /o/.
Ejercicio N° 3:
- Idem ejercicio anterior, pero con la vocal /u/.
Ejercicio N° 4:
- Idem ejercicios anteriores, pero con la vocal /a/.
Utilizamos estas tres vocales, ya que son las que requieren un esfuerzo menor.
Ejercicio N° 5:
- Realiza una inspiración nasal, profunda y silenciosa.
- Retén el aire el aire unos segundos.
- Comienza a espirar como en el ejercicio N° 2, agregando sonido
al final.
En todos los ejercicios se debe tener cuidado de:
- Controlar auditivamente que el sonido sea estable.
- No descender en los finales.
- Mantener un tonismo general adecuado.
- Utilizar correctamente la respiración en coordinación con la voz.
- Ubicar adecuadamente la resonancia.
La voz contiene tonos emocionales; el ritmo y la melodía, que están influidas por la velocidad de la articulación, las pausas respiratorias, los diferentes acentos y otros factores que hacen que una emisión logre el objetivo que se plantea.
Los cambios de entonación, junto a las variaciones de tono, crean un matiz significativo, a veces explícito, a veces no incluido en el mensaje propiamente dicho.
El Lenguaje Corporal, complementa los significados emocionales, emitidos verbalmente. Esto es importante, no sólo cuando estés frente a una cámara sino permanentemente, aunque tu imagen no salga al aire.
La Tarea Vocal y la Tarea Corporal, deben estar Integradas para que la emisión de las palabras o frases logre transmitir la intencionalidad que el mensaje se propone.
Encuentra más información en : http://lavoz.unsl.edu.ar/users/users/Edv%20-%20Cap.7%20-%20Impostacion%20de%20la%20Voz.pdf

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